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NEWS

¿Para que te haces una limpieza dental?

Noticias | 20 noviembre, 2015

Hace poco comentaba con unos compañeros dentistas que decían que  habían protocolizado la limpieza dental hasta el punto de prescribirla sistemáticamente sin mirar mucho si el paciente la necesitaba. La verdad es que lo que más me sorprendió fue darme cuenta sobretodo de que mis compañeros habían olvidado el fin último de por qué  un paciente debe hacerse una limpieza dental.

Eso me llevó a la siguiente reflexión,  que los pacientes han interiorizado, la necesidad de hacerse una limpieza por encima de la de hacerse una revisión. Hasta el punto de que algunos pacientes pasan por la clínica haciéndose una limpieza sin que ni tan siquiera los vea el dentista. No se muy bien en qué momento la limpieza pasó a ser un tratamiento de autoprescripción, pero lo cierto es que los pacientes vienen todos los años para hacerse la limpieza. Cuando lo que deberían venir es para hacerse la revisión y que si es necesario,el dentista prescriba la limpieza dental.

 

Hemos priorizado el acto mecánico de retirar el sarro frente al de educar.

 

Otro problema que he detectado es que hemos reducido las limpiezas al acto mecánico de eliminar sarro de entre los dientes y la limpieza es mucho más. La parte más importante de la limpieza es aquella en la que la higienista  nos enseña cómo mantener nuestros dientes limpios. Pero no de una manera preprogramada. Las higienistas deben personalizar y adecuar la técnica de higiene a las condiciones de la boca con la que se encuentran. No soltar el mismo rollo aprendido de memoria sobre cómo debe ser un cepillado a todo el que se pone en sus manos.Una buena higienista dedicará tiempo a descubrir las zonas donde nuestra higiene es peor y nos enseñará maneras,técnicas, trucos y utensilios varios para mantener esos ángulos imposibles limpios.

 La limpieza sin educación no sirve de nada.

Tenemos que pensar  cuando nos hacemos una limpieza que cuando salgamos de la clínica al poco tiempo comeremos y ese recoveco volverá a estar como antes. Si imaginamos lo que le pasa a un filete cuando nos lo olvidamos en la nevera.Podemos extrapolarlo a nuestra boca durante los seis meses que pasan entre limpieza y limpieza.Y darnos cuenta que la limpieza no sirve de nada si no se nos enseña cómo mantener esos recodos limpios.

Las higienistas deben personalizar y adecuar la técnica de higiene a las condiciones de la boca con la que se encuentran.

Las higienistas además deben recomendarnos el cepillo y la pasta dental que mejor se adecuan a las necesidades de nuestra boca.Hay pacientes en los que predominan las caries, pacientes que padecen de gingivitis, periodontitis, llagas etc…Hoy hay dentífricos con principios activos específicos para cada una de las dolencias que predominan en nuestras bocas.Podemos estar desperdiciando la oportunidad de luchar, cada día, mientras nos cepillamos, contra la dolencia que más predomina en nuestra boca, si no se nos informa. Las higienistas tienen un arsenal en forma de dentífricos, colutorios y geles prácticamente ilimitado gracias a que las compañías farmacéuticas han visto un negocio en lo de los productos para la boca. Pueden combinar varios productos e incluso ir aplicándolos por períodos alternos para que se adecuen a las etapas por las que va pasando nuestra boca. En fin…las posibilidades son infinitas y seguro que hay una que es la ideal para nosotros.

La higienista no sólo es una educadora es también una motivadora.

Tengo la suerte de haber trabajado durante muchos años en el mismo sitio ,viendo periódicamente a los mismos pacientes, aprendí de esa época la importancia de la prevención y pude compartirlos  con una de las mejores higienistas que he conocido. Eso me permitió  darme cuenta de unas cuantas verdades que a continuación compartiré y que hoy por hoy son el fundamento en la clínica que hace dos años abrí. Lo normal, si las cosas se hacen bien, es que con el tiempo el dentista no necesite prescribir la limpieza. Porque cuando aprendes cómo mantener tu boca limpia dejas de necesitar hacerte limpiezas. No siempre se consigue en la primera limpieza. A menudo se tardan años en conseguir el grado de conocimiento de nuestra boca como para obtener el control necesario. Resulta básico que nuestra higienista se sienta motivada y sepa trasladarnos esa motivación. La higienista no sólo es una educadora es también una motivadora. Y en ese sentido observé que resulta imprescindible que sea la misma persona quien nos realice cada año la limpieza. Eso hace que la aventura de conocer nuestra boca sea una evolución. De esta manera con cada limpieza iremos puliendo nuestra técnica. Desde limpiar a grosso modo hasta llegar a conseguir la maestría. Suelo decirle a mis pacientes que empiezan con un cursillo y acaban con un máster. Porque la boca es así; llegar a conocerla y mantenerla lleva su tiempo y poder hacerlo viendo cada año a la misma persona que nos motiva, nos corrige y nos hace ver en qué podemos mejorar es el camino para la autosuficiencia. Porque la higiene dental como acto de prevención  hace que las personas padezcan menos enfermedades y sean más autónomas.  Porque el objetivo de una  limpieza dental es dejar de necesitar que nos hagan una limpieza dental.

Porque el objetivo de una  limpieza dental es dejar de necesitar que nos hagan una limpieza dental.

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